
Os enseño en imágenes la ‘historia’ que Angelo Merendino retrató de su esposa Jennifer durante el transcurso de su cáncer de mama hasta su muerte. Duró cinco años y él lo llama ‘La lucha de mi mujer contra el cáncer de pecho’. La lucha, la pelea contra…, no lo comparto sentirlo así…pero son imágenes que dicen mucho. He puesto las fotos en orden inverso, tal como yo creo que debería ser.
‘El cáncer es una de las enfermedades del sida, que se caracteriza por una multiplicación de células desordenada que forma un tumor.
Cada día creamos un pequeño cáncer y, cada día, nuestro sistema inmunitario lo destruye. Si nuestro sistema inmunitario está débil ya no elimina el cáncer que acaba creciendo y transformándose en tumor. Es la fase precancerosa. El tumor segrega una hormona que, a su vez, destruye el sistema inmunitario que, finalmente, se desmorona. Es la fase cancerosa.’ Dra. Ghislaine Lanctôt.
Cuando sólo tenía once años de edad oí por primera vez la palabra cáncer refiriéndose a una enfermedad ya que siempre lo había relacionado con el horóscopo de mi hermana. Esta vez se trataba de mi abuela paterna, una mujer que fue como mi segunda madre. Aún recuerdo su olor, su piel tan suave, su emotividad, su fácil lloro… Cualquier emoción le afectaba directamente al estómago. No le gustaba cocinar y en la comida familiar de los sábados lo pasaba muy mal (entre la mesa y la cocina) porque siempre había alguna que otra discusión entre sus hijos. Casi nunca la vi comer y si comía lo hacía como un pajarito. Siempre tenía dolor de estómago pero conmigo nunca le faltaba la sonrisa y los mimos. Recuerdo que me quedaba en su casa a dormir los sábados (era como un ritual) y la cena consistía en una simple tortilla francesa (cada vez que me cocino una, su aroma me recuerda a ella). A los once años de edad me dijeron que mi abuela tenía cáncer de estómago y me ‘apartaron’ de ella. Desapareció de mi vida mientras ella estaba continuamente haciéndose pruebas. Recuerdo que convencí a mis padres para ir a visitarla al hospital, tenía muchas ganas de verla. No olvidaré ese día, me arreglé para aparentar 12 años. No olvidaré el momento en que abrí la puerta de su habitación y vi a una señora con 20 kilos menos, 20 años más, su piel totalmente amarilla y su mirada perdida en dirección a la ventana. Me puse a temblar, me moría por dentro, no sabía qué hacer, aquella señora no era mi abuela, quería morirme…Ella acaba de pasar por una operación inútil ya que estaba con una metástatis hasta los pies. Y aún los doctores insistían a mi abuelo para que volviera a entrar en quirófano cosa que ocurrió y a los quince días de su segunda operación murió. Mi madre era amiga del anestesista que estuvo en la primera operación y le recomendó: ‘Llevarosla a casa, que viva tranquila el tiempo que le queda, no hay nada que hacer, no volváis a meterla en quirófano’.
‘Suele decirse que el cáncer es una enfermedad del alma. Está muy relacionada con las emociones, suele ser precedido por una depresión. Los síntomas son la desesperación y la impotencia. En el libro ‘Amor, medicina milagrosa de Bernie Siegel’, los llama los pacientes excepcionales.
La peor enfermedad del alma es la sumisión: a los demás, a sus ideas, a sus presiones, a su miedo, a sus leyes, a sus estadísticas y a sus tratamientos.’ Dra. Ghislaine Lanctôt.
Si, estoy convencida de que mi abuela era una sumisa en toda regla y no era feliz ni en su matrimonio ni en su vida y está claro que su cuerpo durante años le mandaba mensajes que ella ignoraba o no quería escuchar.
Toda esta experiencia me marcó mucho. Mi abuela duró poco, el cáncer se había apoderado de ella con tan sólo 56 años. Recuerdo cuando me dijeron que había muerto, intenté llorar pero no pude, creo que me quedé en estado de shock y pasados ya 28 años aún al recordarla me siento como esa niña, perdida…
Eso es lo más cercano que he estado del cáncer y algo aprendí de todo eso ya que aún recuerdo lo que pensé: ‘Si alguna vez tengo cáncer no quiero que me operen, no quiero que me mediquen…Debe haber algo mejor, esta enfermedad es imposible que sea incurable, seguro que algo se puede hacer…’ Esta experiencia fue un punto de inflexión en mi vida que me marcó mucho y creo que por eso ahora me dedico nutrir a la gente en todos los sentidos.
Otro caso fue el del hijo de mi primer amor de adolescencia. Con sólo 6 años de edad, su hijo dejó este mundo a causa de leucemia (el cáncer más frecuente en la infancia). Un niño que se lo detectaron desde bien pequeño y pasó el mayor tiempo de su infancia en hospitales con pruebas, medicación y más pruebas y operaciones y más operaciones. Un gran sufrimiento tanto para él como para sus familiares.
‘El cáncer no es una enfermedad localizada que invada sólo un área del cuerpo. Es una enfermedad de todo el cuerpo que lo afecta totalmente.(…) Se considera peligroso remover quirúrgicamente el cáncer de su sitio primario si hay metástasis, ya que la remoción acelerará el crecimiento de la metástasis en otras partes del cuerpo. SIn embargo, esto es natural sólo si crees en el cáncer como una enfermedad global del cuerpo. Si quitas órganos, ganglios linfáticos y vasos sanguíneos de un cuerpo de por sí bajo de energía, es lógico que las funciones inmunológicas del organismo se deterioren aún más rápidamente. Creo que se hace más daño al perder ganglios linfáticos que dejando un pequeño cáncer intacto’. Dr. Hiromi Shinya.
Después de varias décadas siguen apareciendo más casos y la medicina alopática sigue ofreciendo más de lo mismo cuando ya creo que somos mucho los que nos hemos dado cuenta que no es lo más efectivo.
‘La mutilación está generalizada. Los pacientes pueden elegir entre una o varias mutilaciones: amputación=cirugía; quemadura= radioterapia; envenenamiento= quimioterapia. (…) Todos estos tratamientos son tremendamente agresivos para todo el organismo; desestabilizan el equilibrio orgánico y lesionan gravemente el sistema inmunitario. Se nos oculta o prohíbe el acceso a remedios alternativos eficaces, inocuos y baratos. Han destruido nuestro sistema inmunitario al incorporar numerosos productos cancerígenos (pesticidas, vacunas, radiaciones, medicamentos) en el agua, en el aire, en los alimentos y en el medio ambiente.’ Dra. Ghislaine Lanctôt.
Vicky, la mejor amiga de mi madre, hace tres años cogió, como cada año, una bronquitis pero esta vez pasaba el tiempo y no se recuperaba. Su homeópata de toda la vida le dijo que fuera al hospital a hacerse pruebas, que aquello ya no era normal. Y si, los resultados fueron claros, un cáncer de pulmón que ya había invadido todo su cuerpo. Duró unos quince días en el hospital y mi madre que iba a verla a diario decía que por las tardes, a escondidas, se fumaba un cigarro. ‘A veces preferimos morir antes que cambiar un hábito’. Louis Hay. Le pilló de improviso, con sólo 52 años. A los días de llegar al hospital su compañera de habitación murió y, según cuenta mi madre, a ella le afectó bastante, y a los pocos días Vicky falleció. El cáncer no tiene edad y me imagino que nadie está preparado para la muerte cuando llega así este inesperado visitante.
‘No se muere de cáncer, se muere de miedo y agotamiento’. Hamer.
‘Si hemos podido darnos un cáncer, también podemos quitarnoslo. Esto es la autosanación. Con la ayuda de nuestro terapeuta, pasemos revista a nuestras condiciones de vida: físicas, emotivas, mentales y espirituales. Curar es corregir la causa de la enfermedad, la sumisión del alma.’ Dra. Ghislaine Lanctôt.
Un claro ejemplo es Louis Hay que con su facilísimo y al mismo tiempo complicadísimo lema ‘amarse a uno mismo’ se reencontró con la Salud y ‘salvó’ su Vida.
‘Hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mismo. (…) Un cáncer es un malestar provocado por el resentimiento, un resentimiento que se lleva dentro tanto tiempo que acaba por carcomer el cuerpo. (…) En el momento que me diagnosticaron cáncer de vagina me sentía segura para dejarlo aflorar a la superficie y no hacer de él otro secreto oculto que no sabría hasta la hora de mi muerte’. Louis Hay.
La excompañera de mi padre, Chari, tuvo un cáncer de útero y tuvo bien claro desde el principio que no quería saber nada de la medicina alopática cosa contraria a su hermana pequeña que tuvo un cáncer de mama y siguió todos el protocolo alopático. Estuvo tratándose con homeopatía, suplementos, buena alimentación, meditación, mucha meditación y mucha terapia ya que tenía un ‘historial psicológico’ que le había llevado hasta ese estado y ella era totalmente consciente de ello. A día de hoy sigue vivita y coleando a sus 55 años y se lo detectaron hace 15 años.
‘Un diagnóstico de cáncer es sinónimo de fatalidad si no lo tratamos. Las autoridades nos empujan con urgencia hacia sus tratamientos que mutilan. Sin embargo, no existe tal urgencia. Algunos pacientes no siguen los tratamientos de la medicina científica y no mueren y algunos se curan por completo sin haber soportado la quimioterapia, la radioterapia o la cirugía. El tumor desaparece y los expertos se encuentran incómodos porque esto no concuerda con sus estadísticas ni con sus conocimientos.’ Dra. Ghislaine Lanctôt.
‘Las autoridades nos hacen creer en la fatalidad del cáncer, en nuestra impotencia frente a la enfermedad, en nuestra dependencia respecto de las autoridades y de sus tratamientos. De este modo logra desviar la atención de las verdaderas causas de la enfermedad: contaminación, pobreza, medicamentos, vacunas.
Pero debemos saber que hay muchas alternativas simplemente hay que informarse’. Ralph Moss, ‘Terapia del cáncer: La guía independiente del consumidor para la prevención y los tratamientos no tóxicos’.
Hagamos un poco de historia. Según nos cuenta la Doctora Ghislaine Lanctôt:
‘En 1934 Royal Rife y un grupo de médicos conseguían destruir el microorganismo responsable del cáncer por medio de una onda electromagnética de una longitud precisa. Varios médicos la emplearon con éxito pero duró poco tiempo. La AMA (American Medical Asosiation) los trató como mentirosos y los desprestigiaron.
En los años 50, en Francia, el biólogo Gaston Naessens desarrolló un producto anticancerígeno el GN-24 y luego el Anablasto con muy buenos resultados pero las autoridades lo denunciaron interrumpiendo sus terapias. En el 64, emigró a Canadá y creó el 714-X que obtuvo mucho éxito siendo bloqueado su acceso a su remedio por las autoridades en 1989. Las autoridades nos hacen creer que el cáncer es una enfermedad que nos supera. En 1975, se encontró diferentes formas de virus-bacteria en la sangre de todos sus pacientes cancerosos; los resultados de laboratorio fueron incinerados.’
Está claro que aquí hay algo que no nos dejan ver, algo que nos esconden…espero que pronto mucha gente, como la Doctora Lanctôt, cuente la verdad de todo este asunto, de este otro gran negocio. Y no me quiero olvidar de mencionar la famosa cita de propaganda llamada ‘lucha contra el cáncer’. No creo que sea lo adecuado pero la tenemos bien instaurada en nuestra cabecita desde hace muchos años. Personalmente no considero que tengamos que luchar contra nada ni contra nadie, bajo mi punto de vista deberíamos aliarnos, perdonarnos y no darle más poder al cáncer ya que así creo que no conseguimos nada, sólo más sufrimiento. ¿Qué aparece siempre en las luchas, en las batallas o en las guerras? Pues si, la Muerte. Creo que deberíamos cambiar la frase por ‘viva la Vida’ o tal vez ‘apoya a la Vida’. Nos iría mucho mejor.
Me está defraudando un grupo de médicos alopáticos oncólogos (y otros de otras especialidades) que han visto que no hay solución desde este lado de la medicina y se pasan a la medicina holística. Con sus cursos de fines de semana (si, exagero un poco) creen que ya es suficiente para recetar a un paciente con cáncer un montón de suplementos y potingues más caros que un tratamiento en Houston (no, no exagero). Creo que no es justo para la persona que en estas condiciones tanto ella como su familia se sienten impotentes, desesperados y harán todo lo que haga falta para salvar su vida.
Desde mi punto de vista, sería mejor hacer ‘un alto en el camino’, verlo desde otro prisma dejando de lado, por un momento, el noni, el aloe vera, las enzimas digestivas, el mangostan y regresar a nuestro interior para ver qué ha pasado y hacia dónde nos lleva esta nueva condición.
‘El cáncer es un extraordinario trampolín para alcanzar una dimensión más elevada en nuestra vida: nuestro cuerpo nos pone contra la espada y la pared para incitarnos a tomar contacto con nosotros mismos y reorientar nuestra existencia. Lo que ofrece es una oportunidad. Agradezcámoslo y bendigamos la enfermedad’. Dra. Ghislaine Lanctôt.
Está claro que un cambio en tu alimentación, un verdadero cambio de vida en todos los aspectos tanto físico como emocional te ayudará mucho pero creo que debemos prevenir para no llegar hasta estos extremos, para no llegar hasta el final de nuestras capacidades físicas y emotivas. Creo que es importante que empecemos a cuidarnos ya, sin esperar a que llegue la enfermedad.
El Premio Nobel Dr. Warburg una vez dijo: ‘Prive a una célula del 35% de su oxígeno durante 48 horas y puede volverse cancerosa’.
Pues eso, en una simple frase ya nos lo deja claro, hay que cuidarse, hay que oxigenarse en todos los sentidos. Por tanto, no esperemos porque sino puede ser demasiado tarde.
‘Si el cáncer ha avanzado a su etapa terminal, no importa cuánto mejores tu dieta o tu estilo de vida o los suplementos que te den para mejorar tu sistema inmunológico, será muy difícil restaurar por completo las funciones normales de tu cuerpo’. Dr. Hiromi Shinya.
Me despido dando un abrazo de esperanza a Elena y otro muy grande para Carlos que nos dejó a los 37 años de edad a causa de un tumor cerebral que le detectaron en el 2004. Tuvo quimio, radio, medicación (alopática y holística) y operación que le dejó secuelas. A esta estupenda pareja, donde Elena seguía enamorada de Carlos como al principio, los conocí el año pasado y Carlos estuvo nutriéndose de maravilla durante casi un mes pero un derrame cerebral hizo que dejara a su familia para vivir, me imagino, una vida mejor en las ‘alturas’. Todo mi cariño para los dos.
‘No creo que sea imposible curar el cáncer a través del amor. Si una persona de verdad cree que se curará y experimenta auténtico amor desde lo más profundo de su corazón, creo que esa persona será capaz de vencer la enfermedad. Si deseas con fuerza desde el fondo de tu corazón que quieres vivir, sin importar nada, ver a tus amados hijos o nietos crecer, entonces es probable que vivas para que eso suceda. Dependiendo de tu fuerza de voluntad, puedes abrir las puertas posibilidades en apariencia imposibles.
Para curar una enfermedad, el doctor no puede únicamente cortar las ‘partes enfermas’ del cuerpo del paciente o darle sólo medicamentos. Curar significa motivar a la persona que pueda sentir genuina felicidad. Un doctor verdaderamente grande es aquel que puede proveer con habilidad este tipo de motivación. Mi objetivo personal es convertirme en ese tipo de médico.’ Dr. Hiromi Shinya.
‘Cuida tus pensamientos porque se volverán actos. Cuida tus actos porque se harán costumbre. Cuida tus costumbres porque formarán tu carácter. Cuida tu carácter porque formará tu destino. Y tu destino será tu Vida’. Gandhi.
NOTA 9 DICIEMBRE. Fragmento del libro ‘El Rapto de Higea’ de Jesús García Blanca:
‘La teoría de la que parte la medicina oficial moderna plantea una mutación genética como origen del cáncer; es decir, un cambio en el programa genético de la célula producido por agentes externos o por el azar y que la vuelve «egoísta» y la empuja al «suicidio».
Esta teoría ha llevado a desarrollar terapias que buscan atacar las células enfermas actuando fundamentalmente en el núcleo de la célula —que es dónde se supone que está la información genética—. El rotundo fracaso del sota, caballo y rey de las estrategias terapéuticas oficiales —me refiero, claro, a la quimioterapia, radioterapia y cirugía— lo evidencia el estudio probablemente más amplio realizado a enfermos de cáncer —25 años de seguimiento a miles de pacientes en trescientos cincuenta hospitales de todo el mundo— y cuyos aplastantes resultados pueden resumirse así: pacientes tratados han tenido una supervivencia media de tres años y medio; pacientes que no hicieron absolutamente nada tuvieron una supervivencia media de doce años.
(Información obtenida de: U. ABEL, Die zytostatische Chemotherapie fortgeschrittener epithelialer Tumoren (Bib.). El estudio se centra en la quimioterapia. En lo que respecta a la radioterapia, el antiguo editor de New Scientist, considerado un eminente comentarista médico, el Dr. Donald Gould, menciona en su artículo «Cáncer: una conspiración de silencio» que el tratamiento de radiación se da incluso si estudio tras estudio quedaba demostrado que era más perjudicial que beneficioso. D. GOULD, «Cancer: a conspiracy of silence», New Scientist, 2 de diciembre de 1976).
Los intereses creados alrededor del cáncer han bloqueado investigaciones alternativas, boicoteado la utilización de terapias alternativas, desacreditado, amenazado, denunciado y encarcelado a doctores, terapeutas e investigadores que proponían enfoques diferentes de los oficiales, amañado investigaciones, montando campañas mediáticas contra productos naturales que lograban mejoras o curaciones y, en general, cometiendo toda clase de tropelías con tal de proteger su negocio y su parcela de poder.
(Información obtenida de: L. VALLEJO RODRÍGUEZ, El cáncer y los intereses creados (Bib.). Ver también: Walter LAST, obra citada (en http://www.freenews.org/index09. htm).
Tanto el cáncer como otras enfermedades degenerativas —alzheimer, parkinson, esclerosis múltiple, diabetes y una larga lista que ya rebasa las doscientas— tienen su origen en la agresión química continuada que venimos sufriendo, principalmente en los últimos cincuenta años, y que supone una alteración radical del funcionamiento biológico y de nuestra relación con el ecosistema, desarrollados durante millones de años de evolución.
A pesar de su gravedad, ninguno de estos factores se investiga: «la medicina oficial y los planificadores de salud viven precisamente de la enfermedad y del sufrimiento humanos».
Y la pregunta es: ¿por qué las empresas que fabrican y venden fármacos habrían de ser distintas del resto de las multinacionales? El primer criterio es el beneficio; el crecimiento de los beneficios supone un mercado y unos clientes; y en el caso de la farmaindustria, el mercado es un estado permanente de enfermedad o de amenaza de enfermedad, y los clientes son los enfermos o los candidatos a enfermar, es decir, toda la población del planeta.
Las instancias sanitarias del Imperio crearon hace tiempo un Grupo de Trabajo Interagencial y un Plan de Salud Pública especialmente dedicado a batallar con el problema: «Este Plan de Salud Pública de Lucha contra la resistencia a los antimicrobianos (Plan de Acción) fue desarrollado por el Grupo de Trabajo Interagencial sobre la resistencia a los antimicrobianos. El Grupo de Trabajo, creado en 1999, es copresidido por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH), y también incluye la Agencia para la Investigación Sanitaria (AHRQ), los Centros para Servicios de Cuidados Médicos (CMS), la Administración de Recursos y Servicios de Salud (HRSA), el Departamento de Agricultura (USDA), el Departamento de Defensa (DoD), el Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA)»
A poco que se razone, se verá que existen dos factores cruciales que, sirven para el sostenimiento —al precio que sea (y estamos viendo que ese precio es moralmente insostenible)— del gigantesco mercado de la Farmafia:
– por un lado el concepto de contagio, que permite extender la potencialidad de la enfermedad y, en consecuencia, el pánico como factor fundamental de control;
– por otro lado, la atribución de las enfermedades a culpables microscópicos —invisibles— que permite no solo la evasión de responsabilidad —del propio enfermo, de la sociedad en general y de los cargos públicos en particular—, sino investigaciones permanentes —e incontrolables por el común de la población— a la búsqueda de culpables y de productos para exterminarlos.’
Salud y Buenos Alimentos.
Yo Isasi
www.nutricionencasa.com
Otra Visión de entender el Cáncer según la Medicina Tradicional China.
‘Hay conceptos y criterios que aseguran, desde el punto de vista de la medicina moderna, que los procesos de la enfermedad cancerosa son una consecuencia de un déficit en la respiración. Y esa falta de respiración es la que ha inducido a que, en este individuo, este tejido se mute y adquiera una individualidad propia, y que luego precise de oxígeno, porque si no, no puede. Respira y respira a una gran velocidad. Sabemos que en todos los procesos tumorales hay una hiperactividad celular, una ‘atapía’ celular, en el sentido de que esas células que se reproducen a gran velocidad no cumplen el papel o el patrón de donde vienen. De hecho, la mayoría de las veces encontramos tumores que no sabemos de dónde proceden. Por eso, es más correcto hablar de enfermedad tumoral que de cáncer de estómago o de colon, o de hígado, etc.
¿De dónde saca la energía el tumor para crecer tan rápido? El hombre no come y cada vez está peor y más débil y el tumor cada vez más grande. Esa energía sólo la puede sacar de la respiración. Es el único mecanismo que tiene, porque el enfermo pierde el apetito y no tiene capacidad de alimentarse de otras fuentes psíquicas o espirituales. Y, a medida que la persona se va agotando, su respiración cada vez es más profunda, más honda, busca aire como sea, pero todo al servicio del tumor. El mantenimiento del tumor se basa, no en la estructura del individuo, sino en la respiración (…) Debemos regular la respiración, dirigir la intención de la respiración hacia otro lugar con el fin de ahogar el tumor (…) Si mandamos la respiración a otro sitio ajeno al lugar donde sabemos que está el tumor, le cortamos la comunicación y empieza a frenar su desarrollo (…) Los tumores son muy sensibles a la falta de oxígeno. Necesitan todo el oxígeno posible para realizar esas mitosis tan violentas y tan rápidas’. J. Luis Padilla. Maestro de Medicina Tradicional China, Escuela Tian.
tengo64 años y una enfermedad autoinmune, síndrome antifosfolìpidos primario, que produce trombos. tengo que tomar muchos remedios alopáticos para mantenerlos a ralla.no tengo entecedentes de cáncer ni en mis padres ni abuelos. pero me da miedo la toxicidad. me alimento bien hago ejercicio y peso 55kg
Hola Maria Rosa! Encantada y bienvenida a la web!
No sé a qué quieres que te conteste…lo importante que intentes alimentarte bien para que puedas tener una sangre lo más alcalina posible para así poder ayudar a tu cuerpo a eliminar las toxinas de los medicamentos.
Un abrazo
Yo Isasi
hola isasi,
sigo tu web desde que empece a buscar información sobre leche de soja (hace 1 mes). Y ya que te tengo en el facebook me entero de cada vez que actualizas. me tienes enganchada, es más cada vez que subes un articulo hago que todos los de casa lo lean. estoy deseando de que saques el libro para poder tenerlo entre mis manos. y con este artículo me has recordado un montón a mi padre que siempre nos habla a mi y a mi hermana sobre el alma y la espiritualidad y con estar en paz con nosotros mismos.
gracias por estos artículos tan estupendos que escribes.
y enhorabuena y zorionak de verdad por todo lo que nos enseñas y el tiempo que dedicas a esto.
Hola Maialen!! Muchas gracias por tus palabras!!! Te lo agradezco de todo corazón!!
Si, en breve os avisaré con mi nuevo libro y con el primero actualizado.
Un abrazo muy grande para ti y tu familia.
Vaya forma de ‘reaparecer’ en tu web, la he echado de menos y me has puesto la piel de gallina. Estoy contigo, luchar contra algo sólo trae malos pensamientos a tu mente; recuerdo a un entrenador al que siempre me quejaba porque me hacía entrenar igual cuando soplaba mucho aire y yo le decía que no podía más que estaba harta de luchar contra el viento, un día me respondió «no luches Marta, alíate a él, déjate llevar y fluye con él, permite que te haga más fuerte para la competición». Supongo que es algo parecido aunque mi vida no estaba en juego.
Pues eso, amémonos de los pies a la cabeza, qué razón hay para no hacerlo?
Sin duda, enhorabuena por esta entrada.
Un abrazo
Cuánta razón tenía tu entrenador!!! Fluir con el viento…qué bonito…
Gracias por tus palabras preciosa!!
Un abrazo muy grande!