Mi sobrina Leyre, de nueve años, ha empezado el curso escolar y como casi todos sus amigos se quedan al mediodía en el comedor del colegio a partir de octubre. Muy interesada por saber el menú de su cole, ella toda contenta me lo ha dejado para ver cuál va a ser su alimentación durante este año.
Al empezar a leerlo, me he asombrado de las diferentes clases de proteína animal que les dan en la misma comida con casi nada de cereales y los cereales integrales no aparecen por ninguna parte. Otra cosa que me ha dejado perpleja es que sus postres son un lácteo o una pieza de fruta, así que seguimos viendo que les dan más proteína o fruta que, después de una comida tan proteica, les va a fermentar creando una digestión más lenta y costosa. Expongo ahora una comida de un día normal en su vida: Macarrones blancos con tomate de bote, carne picada y queso, calamares rebozados y pieza de fruta.
Con este ejemplo nos damos cuenta de que tenemos tres tipos diferentes de proteína animal (carne, queso y calamares) en la misma comida: una de ellas frita y rebozada con harina blanca y la que más me preocupa es la carne picada ya que hay que tener un gran cuidado porque es un foco de infección bestial. La carne debe ser picada al momento, cosa que dudo que se haga en una cocina de colegio, y sólo aguanta un día en la nevera sin crear problemas de infecciones como la E.Colli y no debe ser mezclada con vísceras y otras partes del animal. [Read more…]